Nací en un
pueblo hermoso y pintoresco en el Estado de México, Jilotepec de Abasolo o
Jilotepec de Molina Enríquez (El cerro de los Jilotes); pueblo históricamente
Otomí. Crecida en otro puedo igual de hermoso que me cobijó desde la edad
de 9 años, Tepeji del Río de Ocampo Hidalgo, donde pasé mis días gloriosos de
infancia y juventud. Soy casada.
Mi nombre es
Magali Aguilar Solorza, soy un ser humano común que ama la poesía. Desde muy
pequeña escribí mis pensamientos, soy una aprendiz y no quiero ofender a los
que en realidad dejan tatuada la poesía con su métrica, yo, simplemente escribo
las emociones del sentir de mi vida o de algún conocido(a) que me deja plasmar
su vivencia.
El primer poema
que leí fue Espero de Mario Benedetti. En cierta forma dibuja parte de mí, es
como yo me siento al no tener ese brazo paterno, mi primer amor.
Mi credo: Creo
en la vida y en los sentimientos... son únicos, esos nadie nos los quita y
siempre digo que el alma oculta sensaciones y emociones que el corazón grita
mientras la mente se lo permita.
Mi deseo:
Seguiré escribiendo, porque río y lloro para no sentir dolor del todo y me
carcajeo de la soledad de mi alma que derrama lágrimas de sangre, por la
nostalgia de mi pena.
Meta: Lograr el
mejor propósito para mi vida, darme la dicha de existir plenamente en este
mundo y tomar el tiempo como un aliado, para subsistir de su inclemencia y
lograr la felicidad máxima a pesar de las adversidades que mi destino va
marcando.
Mi pensar: Que
un poema tiene que ser escrito con cada minuto vivido, llenarlo de las más
sensibles realidades y dejar que el sentimiento fluya con la vastedad de las
emociones.
Soy romántica, soñadora,
disfruto la música, la fotografía y me gusta viajar, adoro las mariposas
y catarinas... Sencillamente ¡Amo las vida, ella es mi poesía!
Espero les guste lo que plasmo en la sábana blanca del pergamino de la historia: al hacerlo, desnudo mi ser.
Gracias.
ATENTAMENTE
Magali Aguilar
Solorza.
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