Te estoy amando
con tanto amor,
que mis deseos son
una pira incandescente,
ante los consagrados
recuerdos vividos.
Los suspiros se sofocan
al revivir el pasado.
La piel de mi cuerpo
siente el frío de la lejanía.
¡Y grito, grito al pensarte!
¡Al desearte!
Mas al percibir
que a mi lado tú no estás.
Aflora el llanto,
se agüita el alma
altera al corazón
y sangra la pena,
porque necesito de ti.
Pero el tiempo se fuga,
nada es igual.
¡Va muriendo la flor!
Su lozanía
se extingue,
marchita tiene el alma.
Las evocaciones
quedan enterradas
en el olvido, ¡es mejor así!
Mi memoria
se encuentra perdida,
extraviada
en un síndrome amnésico.
Te escribo, al hurgar
en la poca lucidez
de mí envejecimiento,
¡que despertó!, al memorar
el calor de tu piel.
© Magali Aguilar Solorza
(Quiet Night)
Jueves/Diciembre 17/2015 8:53:59 pm
Autora mexicana
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