Tomaré el control de todos mis sueños,
para hacer realidad mis deseos y fantasías.
No involucraré a nadie, entraré en ese
lugar
sin reglas, sin leyes, sin maldades
donde todo es hermoso.
Veré a mi creador y a esos bellos
seres
Celestiales llamados ángeles,
que nos elevan a la gloria en nuestro
deceso.
Platicaré con la luna, limpiar sus lágrimas
melosas y brillantes como plata,
acariciaré al sol sin miedo a
quemarme.
Charlaré con el tiempo pediré retarde
la vejez, que se detenga por un
segundo
a descansar de su agitante paseo
por la vida. Y así, bailaré el lindo
vals de las horas.
Nadaré hasta lo más profundo del mar
de los deseó, convertida en sirena.
Me enamoraré de su rey; y juntos,
cruzáremos el universo entero
volando en un papalote, me apoderaré
de la vía láctea y encarcelaré su luz
eternamente.
Viajaré al centro de la tierra,
extraeré
de ella su corazón, así cumpliré lo
más precisado
de mi realidad, la bondad de dar vida,
de ser una mujer plena y completa.
¡Tantos son mis sueños!
¡Mis Fantasías! Que espero se hagan
realidad algún día. ¡Sé vale soñar!
Señor; mi Dios, dame tu fuerza
y mantén mi corazón en armonía,
por esta lenta y letal agonía.
Por la agonía de mi
alma
que no encuentra consuelo alguno.
que no encuentra consuelo alguno.
© Magali Aguilar Solorza
(Quiet Night)
Martes/Mayo 19/2009 6:08pm
Autora mexicana
(El derecho moral está constituido
como emanación de la persona del autor:
reconoce que la obra es expresión de la persona
del autor y así se le protege.)
Publicado en Poemas del Alma, poema No 142
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